Schmiererei radikaler Veganer | Quelle: oFace Killah/Flickr CC BY 2.0

¿Es saludable vivir como vegano?

Desde un punto de vista ecológico, tendría sentido si se consumiera menos carne en todo el mundo. Sin embargo, esto no justifica un vegetarianismo ni un veganismo estricto.

Sólo en algunas regiones más prosperas del mundo, como en los EE.UU., Gran Bretaña, Alemania, Australia, Israel y los Países Bajos, esta tendencia ha alcanzado una importante relevancia. Sin embargo, para la mayoría de las personas procedentes de países más pobres, sería beneficioso para la salud si la gente comiese más carne de lo que pueden y así  satisfacer sus necesidades de proteínas vitales. En las regiones prosperas existe una industria extensa que proporciona alimentos adaptados para una buena salud para un veganismo. Estos incluyen productos de soja y suplementos nutricionales, como  preparados vitamínicos.

Quien disponga del dinero necesario, este informado adecuadamente y planifique una buena alimentación, puede alimentarse vegano de forma segura. En  algunos aspectos, es incluso más saludable: Veganos generalmente toman más vitamina C, lo cual fortalece su sistema inmunológico, y por lo general tienen un contenido de grasa corporal inferior al resto. Ambos aspectos también pueden conseguirse con una forma de vida no vegana. Sin embargo, el veganismo también tiene aspectos contraproducentes para la salud: puede producirse una malnutrición por la carencia de ciertas sustancias, si estas no son aportadas de forma artificialmente, como, en particular, la vitamina B 12. Los veganos también tienen que prestar especial atención a la ingesta de vitamina D, Calcio, hierro, yodo y zinc.

La Sociedad Alemana de Nutrición aconseja comer carne, pescado, huevos y productos lácteos una o dos veces por semana. El principal problema es la dieta vegana den los niños que, a diferencia de los adultos, no tienen reservas de vitamina B-12. Los padres corren el riesgo de causar graves daños a sus hijos si les alimentan exclusivamente de forma vegana. En general, las personas con mayores requerimientos de nutrientes como niños, adolescentes, ancianos, mujeres embarazadas y mujeres en periodo de lactancia no deben prescindir completamente de los alimentos de origen animal.

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