Exclusiva para zoos.media, 09/03/2017 Autor: Philipp J. Kroiß
Las autoridades competentes hacen públicas las cifras del refugio de PETA. Una tasa de sacrificios de casi el 72% en contraposición a una tasa de adopción del 3%.
PETA: La matanza continúa
Los amigos de los animales deben ser muy fuertes, ya que el refugio de animales de PETA en Virginia mató a muchos de sus animales el año pasado, aprovechando que los mecanismos de control de los EE.UU. no son tan estrictos como en Alemania en el control de estos sacrificios.
Sacrificios por encima de la media
Desde hace años PETA lleva a cabo un número de sacrificios en sus refugios que está por encima de la media, lo que es criticado tanto por protectoras de animales como por animalistas.
Supera la tasa de sacrificios del 40% de los refugios de animales estadounidenses. La de PETA está por encima del 70% este año, sin incluir el sacrificio de los animales trasladados a otros centros, cuyo destino no se conoce con exactitud.
Un refugio de animales de Los Ángeles donde se les sacrifica tiene, según la SZ, una tasa de sacrificio del 60% en sus peores años, y del 30% en los buenos. PETA no ha conocido estas cifras desde sus inicios (mediados de 1998), muy al contrario, la media de sacrificios de los refugios de PETA es del 85%.
Dos conceptos de refugio de animales
En Estados Unidos se diferencian dos tipos de refugios para animales: los que sacrifican a los animales y los que no sacrifican a los animales. El segundo tipo de refugios, sólo practica la eutanasia a los animales después de que lo haya prescrito un veterinario independiente. El objetivo de este tipo de centros es reducir su tasa de sacrificio al 10%, lo que supone un objetivo realista. Los refugios que no sacrifican a los animales son más parecidos a los del sistema alemán, en los que tampoco se producen sacrificios.
En EE.UU. es diferente y en los refugios que sacrifican a los animales, como el de PETA, sacrifican incluso a los animales sanos y sociables. Si PETA sacrificase únicamente a los animales desde un punto de vista médico razonable, podría adherirse al conjunto de refugios que no sacrifican. Según las investigaciones, la mayoría de los animales que mueren bajo la custodia de PETA, lo hacen dentro de las primeras 24 horas después de su llegada. PETA no realiza ningún esfuerzo significativo para dar en adopción a los animales, mejorar su asistencia en el refugio, ni para ampliar sus instalaciones. A pesar de que ganan millones al año, sólo una pequeña parte va a parar a este refugio, donde sacrifican a la mayoría de los animales en lugar de mediar por ellos. La tasa de adopción de 2016 fue inferior al 3%.
Externalización de los sacrificios
En los últimos dos años se han producido menos sacrificios que en los años anteriores. Esto se ha conseguido gracias a que se ha intensificado el traslado de los animales a otros refugios para ser sacrificados allí. De esta forma se consigue maquillar las estadísticas, que siguen siendo aterradoras cuando se descubre el trasfondo.
Esta no es la única manera que tiene PETA de evadir el tema, también existen campañas compradas para aquellos que descubren las cifras y teorías de conspiración que hablan de la implicación de la industria cárnica.
Todo esto fracasa gracias a los hechos y a los números publicados por las agencias gubernamentales y no por asociaciones de dudosa fiabilidad o gente por el estilo. Del mismo modo, han mentido sobre los refugios que no llevan a cabo sacrificios, alegando que no matan a ninguno de sus animales y que sólo aceptan a aquellos que pueden ser adoptables. Sencillamente, esto no es verdad. Cuando se trata de aliviar el sufrimiento del animal también se practica la eutanasia en dichos refugios, siempre y cuando el sufrimiento haya sido constatado por un veterinario independiente. Los refugios donde no sacrifican a los animales rechazan matarlos por razones distintas a la eutanasia, ni por razones que no sean verdaderamente lógicas.
