A menudo se hace una distinción entre “derechos de los animales”, “bienestar de los animales”, “conservación de especies” y “conservación de la naturaleza”, a pesar de que no están muy bien definidas las delimitaciones.
Por “bienestar animal” se entiende, por lo general, una mejor y más equitativa cría de animales, evitando sufrimientos innecesarios tanto a los animales de granja como domésticos. El abanico de temas abarca desde el compromiso local con perros callejeros hasta la crítica de la ganadería industrial masiva. Los defensores del bienestar de los animales luchan por conseguir que los animales de granja, los de laboratorios así como cualquier otro, no se les cause sufrimiento alguno, que sus condiciones de vida sean mejoradas y que su muerte, cuando hubiera que sacrificarlos, se produzca sin causarles dolor. La conservación de la naturaleza y las especies también puede entenderse como activismo del bienestar animal. El objetivo es preservar los hábitats de la fauna y preservar las especies para la protección de los sistemas ecológicos y la biodiversidad. Esto también beneficia el bienestar de los animales.
El movimiento por los derechos de los animales queda delimitado con respecto a estas formas de activismo del bienestar de los animales. Ellos exigen la igualdad de derechos para todos los animales donde incluye también a los seres humanos. La conservación de las especies, no es lo que a ellos realmente les pueda interesar. Muchos activistas de los derechos de los animales no están interesados en la conservación y fascinante diversidad del mundo animal. La autora de los derechos de los animales Hilal Sezgin dijo: “Para el individuo, no tiene importancia si se trata de una jirafa poco común o de uno de los 600 millones de pollos que se sacrifican cada año en Alemania: Tiene el deseo de vivir y debe ser libre, independientemente de cuantos existan de su especie animal. La especie misma no es lo relevante, lo que importa es el derecho de cada ser vivo, independiente de que sea un animal. No podemos esperar, que porque sea un animal deba vivir en cautiverio, simplemente para ejercer el papel de ser “embajador de su especie”, así como se le suele denominar o simplemente como representante de de la especie detrás de rejas.