Dos empleados de PETA fueron detenidos en 2005 en el estado estadounidense de Carolina del Norte después de tirar 80 cadáveres de animales en un contenedor de basura. Fueron acusados, entre otras cosas, de crueldad hacia los animales, a pesar de que al terminar el juicio fueron declarados inocentes.
Ambos habían estado recogiendo perros y gatos de veterinarios y refugios de animales, y una vez dentro del minibús se les aplico la eutanasia por medio de una inyección con veneno. Durante el proceso salió a la luz que PETA mató entre 1998 y 2005, un total de 14.000 mascotas. PETA tiene su propio refugio para animales, la mayoría de los animales entregados allí son eutanasiados. En 2011, el 96% de las mascotas murieron. En 2012, 733 perros fueron llevados a PETA, sólo doce de ellos fueron entregados en adopción, todos los restantes fueron sacrificados. El debate posterior al juicio además puso de manifiesto que la organización también había sacrificado en el pasado los animales de laboratorio, los cuales habían sido previamente liberados por los activistas de los derechos de los animales. PETA no dispone del dinero para cuidar a los animales, argumentó Alex Pachebo en anterior Presidente del Washington Times. Sin embargo: PETA es la organización de derechos de animales más grande y más rica del mundo. PETA piensa que la eutanasia libera de sufrimiento a los animales, que estén enfermos o no estén en condiciones optimas para darlos en adopción. La supuestamente cuota elevada de animales no aptos para la entrega en adopción a la que consecuentemente se les aplica la eutanasia en las asociaciones de animales PETA, es debido a que generalmente acogen animales muy enfermos y en estado lamentable, que finalmente han de ser sacrificados. En esta afirmación existen grandes dudas. Sin embargo, existe una duda considerable sobre esta explicación y, además, hasta qué punto la organización realmente intenta encontrar un hogar a esos animales, ya que sistemáticamente rechazan la ganadería y el mantener animales domésticos.
A primera vista, la práctica de la matanza de animales parece ser diametralmente opuesta a los derechos de los animales. Si se analiza más en profundidad, sin embargo, la práctica resume la ideología utilitaria de los derechos de los animales de Peter Singers: El derecho a la vida no se define por pertenecer a una especie en particular, no como algo fundamental, sino como un derecho negociable por criterios. El hecho de que PETA participe en la matanza de animales sanos no es justificable con la ideología de Singers.
Haga clic aqui para visualizar fotos y un informe de Huffington Post.