El delfín mular en Marineland Antibes parece alerta e interesado en los visitantes. | Foto: avu-edm, licencia: CC BY 3.0

Francia adopta medidas contrarias a la ciencia y dañinas para la protección de delfines

Exclusivamente para zoos.media – 29 de septiembre de 2020. Autor: Philipp J. Kroiß

La ministra francesa de Ecología y Desarrollo Sostenible quiere prohibir el cuidado y mantenimiento de delfines incluso en los zoos y acuarios acreditados y certificados. El artículo explica este paso contra el bienestar animal, la ciencia y la conservación.

Francia adopta medidas contrarias a la ciencia y dañinas para la protección de delfines

Barbara Pompili va en contra de la ciencia y la conservación al prohibir la importación y cría de cetáceos en Francia. También se trata de un ataque contra el bienestar de estos animales, pues no hay ninguna forma no cruel de aplicar una prohibición de cría.

Los científicos ya se han pronunciado claramente al respecto

Salto de un delfín mular durante el espectáculo de delfines en el Marineland Antibes | Fotografía: Axou, licencia: CC BY-SA 1.0

Ya hace años, que más de 80 de los científicos más renombrados de este campo enfatizaron la importancia de la cría y el cuidado y mantenimiento sostenible y humanitario de mamíferos marinos en los zoológicos, acuarios y delfinarios modernos. El One Plan Approach de la IUCN para la conservación integral de especies y poblaciones en la naturaleza requiere una combinación de medidas in situ y ex situ – Pompili ha prohibido por completo las medidas ex situ, obligando a los zoos, acuarios y delfinarios en Francia a dejar de jugar un papel importante en la conservación de las poblaciones restantes, que necesitan ayuda desesperadamente.

No hay prueba alguna de que un sólo delfín esté sufriendo en los delfinarios franceses por vivir bajo cuidado humano. Al contrario, hay pruebas de que los delfines que viven bajo un cuidado adecuado están más sanos, menos estresados y viven más que sus congéneres salvajes, como hemos informado en varias ocasiones. Además, durante el entrenamiento secretan hormonas de la felicidad y disfrutan de la interacción con los entrenadores. Por lo tanto, tomar una decisión semejante sin tener una solo prueba no es más que ridículo.

Por otro lado, la decisión no está legitimada por un parlamento – lo cual en otros países sería un requisito. Parece ser, que en Francia los ministros pueden tomar decisiones sin tener que pasar por una audiencia parlamentaria, como los reyes y reinas de la edad media. Esta situación ya se produjo anteriormente y la decisión tomada fue retirada. Este ridículo ir y venir está amenazando una vez más a la conservación y la investigación en Francia. En el interés de los animales es de esperar que se retire la decisión.

No hay manera de implementar una prohibición de cría

Espectáculo de las orcas en 2013: Las cinco orcas del Marineland Antibes comienzan a saltar. | Fotografía: Andreas Ahrens, licencia: CC BY 2.0

Otro aspecto que muestra que a Barbara Pompili no le importa la ciencia, es la prohibición de cría. No hay ni un solo anticonceptivo a largo plazo en el mercado para cetáceos. Tan solo hay dos medicamentos disponibles: Altrenogest (Regumate) y Medroxyprogesterone acetate (Depo-Provera); ambos fueron fabricados solo para una aplicación a corto plazo.

El tratamiento a largo plazo con medroxyprogesterone acetate puede provocar resistencia a la insulina o diabetes mellitus (Kopinski et al. 1989, Concannon 1995, Plumb 1995, Selman et al. 1995, Gruffydd-Jones 1996, Selman et al. 1997, Hatt 2005). Además, la medicación puede causar tumores de mama / fibroadenomatosis (Plumb 1995, Selman et al. 1995, Dreier 1996, Gruffydd-Jones 1996, Mol et al. 1996, Selman et al. 1997, Kroker 1997, Stovring et al. 1997). Los progestágenos pueden causar temporalmente efectos no deseados como apatía y cambios en el temperamento (Plumb 1995, Allen & England 1996, Gruffydd-Jones 1996, Selman et al. 1997). También se han producido otros efectos no deseados en mamíferos y aves como la adiposis, calcinosis circumscripta, hepatopatía y otros. El riesgo de desarrollar ciertas enfermedades (como la diabetes mellitus) aumenta con el tiempo de la aplicación, lo que hace que el uso a lagro plazo sea cuestionable.

El Altrogenest (Regumate) fue probado a largo plazo en dos generaciones de ratas y causó, entre otras cosas, una contracción de órganos del sistema endocrino. Muchos medicamentos para humanos y animales son probados en ratas porque se puede observar con rapidez el efecto que tiene el medicamento a lo largo de la vida de una rata o incluso de varias generaciones. Una investigación realizada en orcas tenía como objeto observar los efectos secundarios de una aplicación de larga duración. Entre ellos se encontraron: ciclos más cortos, ciclos más largos, ciclos retrasados, anestro prolongado, desarrollo de quistes ováricos, retención del cuerpo lúteo y galactorrhea.

A todos estos peligrosos efectos adversos de una aplicación de larga duración, que causan una importante caída del bienestar animal, se suman los efectos en el comportamiento social de los delfines. Normalmente, los delfines forman grupos matrilineales – aunque bajo la prohibición de cría sigue habiendo un intercambio, ésta acabaría con la estructura básica. Estudios comparativos han mostrado que los delfines en los delfinarios, bajo un buen cuidado, tienen interacciones sociales normales – la prohibición de cría las impediría.

A todo esto se le suma que los anticonceptivos no son efectivos al 100%. Un delfín hembra podría quedarse embarazado a pesar de la aplicación del anticonceptivo. Esto supone un grave peligro tanto para el bienestar de la hembra, la cual podría llegar a morir de una aplicación continuada del medicamento (p. ej. Regumate), como en cualquier caso para la vida de su cría. Los cuidadores se encuentran en un fuerte dilema sobre como actuar: ¿seguir directrices gubernamentales erróneas y matar a sus animales, o dejarlos vivir y convertirse posiblemente en criminales por ello?

La única forma de evitar al 100% que los animales se reproduzcan es separar a machos y hembras. Mientras que los grupos de sólo machos existen en la naturaleza, no hay ni un solo informe sobre un grupo únicamente compuesto por hembras. La prohibición impondría a los animales una estructura de grupo, afectando a su bienestar a largo plazo. Como podéis ver, no hay forma de implementar esta prohibición de cría sin dañar a los animales.

Crueldad animal en lugar de bienestar animal & conservación

Mira el espectáculo y sistema de cuencas múltiples de la instalación de la orcas en Marineland Antibes | Fotografía: Loïc Ventre, licencia: CC BY-SA 2.0

El Gobierno francés, junto a la industria animalista, quiere obligar a los zoos, acuarios y delfinarios a cometer crueldad animal. Se trata de una situación desastrosa para unas instituciones que siempre han estado comprometidas con el bienestar animal. La prohibición de cría también demuestra una vez más, que a la industria animalista no le importa el bienestar animal y que su cabildeo contra la protección integral de los animales (como el One Plan Approach de la IUCN) puede llegar a ser muy peligroso.

Desgraciadamente, las asociaciones zoológicas en Francia, Europa y el resto del mundo no encontraron la manera de pararle los pies a la propaganda y al populismo a tiempo. La decisión del gobierno francés ahora les golpea en un momento, en el cual muchos zoos y acuarios luchan por sobrevivir debido a las consecuencias de las medidas anti-Covid-19.

Pareciera que Francia quisiera esconder su evidente incompetencia en la lucha contra esta pandemia tras decisiones que tienen como fin complacer a una minoría, en vez de apoyar a los zoos y acuarios, que como verdaderos centros para la conservación, educación e investigación luchan contra la extinción a pesar de encontrarse amenazados ellos mismos. Las ballenas son muy importantes y el hecho de que el Gobierno francés impida a los zoos conservarlas de forma integral, demuestra que se interesa más por los titulares que por la supervivencia de especies y naturaleza.

Si la Sra. Pompili realmente se preocupa por el bienestar de los delfines, debería dedicarse a mantener con vida a los delfines salvajes en Francia. Cada año, cientos de delfines varan en las costas francesas, mutilados. Estos animales sufren de verdad y necesitan ayuda. Pompili debería proteger a los animales necesitados, como los zoos, acuarios y delfinarios, y no impedirles que realicen su importante labor conservadora.

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