Uno de los 100 Wetapungas liberados en la isla Tiritiri Matangi el 1 de mayo de 2014 | Foto: Dinobass, licencia: CC BY-SA 4.0

¡Han vuelto! Los wētāpunga vuelven a la Isla Norte tras 180 años de ausencia

Publicado en nzherald.co.nz el 13.12.2020. | Por: Peter de Graaf

Un gran éxito que ha sido posible solamente gracias al zoológico de Auckland: después de 180 años, los wētāpunga regresan a la Bahía de las Islas en la Isla Norte de Nueva Zelanda.

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Nota: Durante casi dos siglos no hubo wētāpunga en la Bahía de las Islas – un lugar importante para la fauna y flora de Nueva Zelanda. Las islas de la bahía, libres de especies invasivas, son un refugio para las especies autóctonas que se encuentran en peligro de extinción. Los wētāpunga también son conocidos como wētā gigantes de la Pequeña Barrera y son una familia de ensíferos. Dan nombre a una importante empresa de efectos especiales neozelandesa con sede en Wellington, que llegó a la fama por la trilogía “El Señor de los Anillos”. La mayor parte de especies de la familia vive en Australia y Nueva Zelanda. Esta especie en concreto, que puede llegar a pesar 70 gramos, fue vista con frecuencia hasta los años 50, aunque luego la población comenzó a menguar cada vez más. El motivo eran ratas polinésicas invasivas, que se propagaron masivamente una vez resuelto el problema de los gatos callejeros.

Los wētāpunga son la principal fuente de alimento de los Philesturnus, también llamados tiekes, aves que cazan insectos durante el día. Las ratas, sin embargo, también los cazaban durante la noche, por lo que los wētāpunga se encontraban bajo una constante presión antinatural, que los llevó al borde de la extinción. Otras especies también los cazaban y aún cazan, aunque son menos significativas. Cuando en 2004 al fin se logró eliminar a las ratas, las poblaciones empezaron a recuperarse. No obstante, se necesitaba urgentemente un programa de cría ex-situ para salvar a la especie, y a todas las demás especies que dependen de ella en el ecosistema.

Por lo tanto, se capturaron animales con el fin de iniciar un programa de cría en Butterfly Creek y en el zoológico de Auckland. Este funcionó tan bien que se pudo reintroducir un gran número de animales en la naturaleza, donde también se reprodujeron. En el pasado, la especie pobló todo el norte de Nueva Zelanda y no sólo la isla Pequeña Barrera, de la cual toma su nombre y que se encuentra al sur de la Bahía de las Islas. Su retorno es crucial para el equilibrio ecológico de los ecosistemas, que dependen de estos pequeños insectos del tamaño de una palma.

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