Martin Lacey jr. mit dem weißen Löwen "King Tonga" | Foto: Usien, Lizenz: CC BY-SA 1.0

¡Viva el circo y sus animales!

Publicado en Liberal, nº3, 2013. Autor: Michael Miersch

El texto trata sobre la cría de animales en el circo. Mientras que los protectores de los animales y algunos políticos exigen la prohibición de animales salvajes en los circos, el autor considera injustificada esta exigencia. Además, Miersch teme que pronto se exija también lo mismo para los zoológicos que, según él, son una experiencia de proximidad a los animales y la naturaleza, sobre todo para los niños.

Nadie quiere ir a la ópera, el fútbol tampoco es necesario y los museos son un lujo caro. Así que ¡Al diablo con todo! Aquel que utilice semejantes argumentos lo tiene bastante difícil en un debate público.

Sin embargo, cada vez se alzan más voces que piden la prohibición de los circos sin encontrar una gran resistencia. «Las personas no necesitan el circo», dicen sus detractores. Los animalistas se proponen destruir una cultura viva y tradicional mientras todo el mundo se queda mirando. Una cultura que, a diferencia de muchas otras formas artísticas y deportes subvencionados, no interesa solamente a una minoría, sino que fascina a toda clase de niños y adultos.

Nadie tiene nada en contra de los acróbatas y los payasos, dice, únicamente de los animales. Sin embargo, un circo sin animales dejaría de ser un circo para convertirse en un espectáculo de variedades sobre una pista de serrín.

Por desgracia, algunos políticos apoyan las acciones de los activistas. Siempre se está combatiendo contra la gente del circo, como ocurrió este año en el Semperopernfest de Dresde (Alemania), cuando militantes animalistas impidieron con amenazas violentas la aparición de algunos elefantes y de su entrenador.

Se ha solicitado en el Consejo Federal la prohibición del uso de animales en el circo pero, afortunadamente, hasta el momento esta propuesta no ha alcanzado mayoría. Son sobre todo los Verdes los que apoyan, con iniciativas legislativas y preguntas parlamentarias, las demandas de organizaciones animalistas como Peta, pero también se unen a la campaña diputados de otros partidos. Algunos se ven seducidos por la idea de presentarse en público como amigo de los animales sin miedo a perder un número importante de votos. ¿Qué pueden hacer los pocos cientos de personas que se dedican circo?

¡Si los políticos supieran a quién le están preparando el camino! La lucha persistente contra los elefantes y los tigres en la pista de circo es simplemente la puerta de entrada a una ideología totalitaria cuyos seguidores luchan para prohibir que cualquier animal esté bajo el cuidado del hombre. Ingrid Newkirk, presidenta de Peta, la organización de derechos de los animales más grande y rica del mundo, reconoce abiertamente: «Nuestro objetivo es la liberación total de los animales». Así que no se trata solamente de ciertas irregularidades sino de todo. El circo tiene que desaparecer.

Es cierto que existen malas condiciones de vida y tortura dentro del mundo del circo, como en cualquier lugar donde haya animales al cuidado de personas, ya sea en un gallinero o en una familia con perro. El circo no es el peor lugar para nuestros amigos de cuatro patas. Los más de 50 millones de cerdos que son sacrificados cada año en Alemania probablemente preferirían estar en el circo.

Se han descubierto irregularidades en centros veterinarios, principalmente pequeñas empresas que luchan por la supervivencia económica. En los pocos circos grandes que aún quedan, desde hace tiempo tienen como norma criar a los animales a través del estudio de su comportamiento. El alojamiento se parece cada vez más al de los recintos de los zoológicos.

El hecho de que los animales del circo vivan o no bajo malas condiciones no juega absolutamente ningún papel en las protestas de los activistas. Peta quiere prohibir por completo todo lo que tenga que ver con lo que, según la visión global de la organización, es explotación animal. Esto incluye circos, zoológicos, el consumo de leche y miel, los paseos a caballo, tener mascotas y matar bichos. Sobra decir que habría que prohibir la experimentación médica con animales, cualquier forma de cría de animales de granja, la caza y la pesca.

Desde el punto de vista de los precursores de peta, todos los animales tienen el mismo valor que los seres humanos. Otra conocida cita de Ingrid Newkirk es que «No existe una razón lógica para creer que un ser humano tiene derechos especiales. Una rata, un cerdo, un perro y un niño, son todos mamíferos».

Los animalistas han encontrado en los circos a su víctima más débil.  Una vez prohibidos, los zoológicos serán los siguientes. Ya existen iniciativas para prohibir la cría de ciertos animales salvajes. Los Verdes también apoyan estas reivindicaciones.

Para mucha gente, los zoológicos suponen la más importante, y a menudo la única ventana al mundo animal. ¿Dónde podrán los niños ver animales salvajes grandes si no existen circos ni zoológicos?  Los documentales de animales no pueden transmitir la inmediatez, la proximidad física ni el olor de un animal. Los activistas hablan mucho de la naturaleza, pero promueven el distanciamiento con la misma.

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