Los Jardines Zoológicos remontan a una historia milenaria. Actualmente existen algunas pocas las instituciones de las promotoras.
Ya en el antiguo Egipto, unos 3.000 años antes de nuestra era, los faraones tenían en sus palacios animales exóticos en jaulas, sobre todo como animales para cazar o destinados al sacrificio. También existen otras tradiciones de los primeros “zoológicos” en China. Allí, el antepasado de la dinastía Zhou mantuvo en cautiverio, dentro de un parque, a mamíferos, aves, tortugas y peces. Los jardines conocidos como parque de la inteligencia o parque del conocimiento existieron durante mucho tiempo, aunque hoy en día ya no se conservan como tal. En el Oriente, los gobernantes se obsequiaban entre sí con animales criados por ellos mismos, que más tarde lo hacían también entre los gobernantes de la Edad Media (Carlomagno envió en el año 800 a la ciudad de Augsburgo un elefante, como ofrenda de amistad).
En la antigüedad se tenían animales destinados generalmente al sacrificio en los juegos romanos. Tras la caída del Imperio Romano se solían mantener algunos animales en los monasterios, que se regalaban los unos a los otros. Poco a poco, comenzaron los gobernantes dentro de la corte con las colecciones privadas de animales, principalmente el emperador Federico II en 1194, precursor del “Zoo”. Él construyó en la edad media uno de los primeros jardines de animales, y colecciono muchas especies diferentes, que fue consiguiendo a través de intercambios con otros gobernantes. Por ejemplo, recibió una jirafa del sultán egipcio a cambio de un oso polar.
En Europa, en 1235 en la Torre de London, fueron creadas las casas de fieras privadas de la realeza por el rey Enrique III. Seguido por el reinado de los gobernantes de Italia en el siglo 16.
Incluso en el imperio azteca en el siglo XV, independientemente de las casas de fiera europeas, existían jardines de animales. Así esta explicado en la enciclopedia de Meyers, un jardín del soberano azteca Moctezuma II (1465-1520):
“Los españoles, durante la conquista de México, se sorprendieron al ver la casa de fieras imperial, que albergaba un gran numero de estanques de agua, casas de pájaros y jaulas con animales salvajes. Especialmente cabe resalta la colección de pajaros decorativos procedentes de todas las partes del reino azteca, aunque no carecia de una gran variedad de culebras. Diariamente, 500 pavos servían como alimento a las aves rapaces. Los 300 empleado además de encargarse de las aves acuáticas, que se encontraban en 10 estanques diferentes, se responsabilizaban asi mismo de los animales depredadores.
Sobre todo la colección de animales de Luis XIV, también llamado Rey del Sol, quien en 1662 convirtió su pabellón de caza en el zoológico modelo de sus predecesores – especialmente para la casa de fieras en Schönbrunn. Aún hoy en día se encuentra en el mismo lugar, por lo que se considera el zoológico más antiguo del mundo. Franz de Lorraine, esposo de la emperatriz Maria Theresia, encargó la construcción del parque expresamente por interés naturalista. Su apertura tuvo lugar el 31 de julio de 1752. Sin embargo, sólo los invitados especiales se les permitía visitar el parque. Lo que inicialmente se consideraba un privilegio pronto terminó. Ya que en 1779, el parque animal de Schrönbrunn se abrió al público de Viena y se conservó gracias al apoyo del pueblo vienes durante las dos guerras mundiales.
Otras exposiciones de animales, tuvieron que cerrar con frecuencia en el transcurso del siglo XVIII, debido al aumento de interés por la investigación científica y su observación. Sobre todo, estos animales no eran aptos para esa finalidad, motivado principalmente por el cuidado inadecuado. Adicionalmente existía la presión del pueblo para que los parques estuvieran abiertos al público. Por este motivo, se construyeron parques gestionados científicamente, que se empleaban por parte de los biólogos como centro de investigación. La exposición de animales du Jardín des Plantes de París, fundada en 1793 tras la disolución del zoológico de Versalles, es considerada la primera institución dirigida de forma científica con acceso al público. Las exposiciones de animales de algunos Principados fueron abiertas, en gran parte, al público, aunque su único objetivo era la exhibición.
A principios del siglo XIX, surgieron numerosos zoológicos de nueva creación, los cuales no se podían atribuir proceder de una colección principesca, como el Zoo de Berlín, primer zoológico alemán. En Fráncfort del Meno, los ciudadanos fundaron en 1858 “El Jardín Zoológico frente al Bockenheimer Tor”, donde al principio estaban vinculados los conceptos de entretenimiento con el de la educación. Inicialmente fue diseñado como experimento, no obstante motivado por su gran popularidad, el zoológico de Frankfurt se convirtió en una institución permanente, aunque por su crecimiento constante tuvo que trasladarse más de una vez.
El nombre de “Jardín Zoológico” fue creado, también en el siglo XIX, en el famoso Zoológico de Londres. En la documentación de la Sociedad Zoológica de Londres se utiliza con frecuencia la abreviatura “Zoo”.
