Bengal-Tiger im Bannerghatta Biological Park, der für die Born Free Foundation eine Tigerhaltung betreibt. | Foto: Pawan Kr Dwivedi, Lizenz: CC BY-SA 4.0

Postales y mensajes que no aportan nada para los animales

Exclusiva para zoos.media, 30/04/2017 Autor: Philipp J. Kroiß

Este artículo describe cómo los enemigos radicales de los zoológicos utilizan falsas promesas para acceder a los datos personales de sus donantes y para qué los utilizan realmente.

Postales y mensajes que no aportan nada para los animales

En el campo de internet se habla siempre de las empresas «Datenkrake» (término alemán que define a aquellas empresas que tienen acceso a una gran cantidad de información personal), el motivo: Cada vez son más importantes los datos personales porque con ellos se puede conseguir que la publicidad sea más lucrativa. La «orientación hacia el grupo de destino» son las palabras mágicas de la publicidad moderna. La publicidad de las vallas va dirigida a todas las personas, pero no a todas ellas les interesa el producto anunciado, así que dependiendo del producto y de su comercialidad, una parte de esta publicidad es inútil. Lo realmente lucrativo para los publicistas son las redes sociales como Facebook. Facebook conoce los gustos y distribuye su publicidad según los mismos. La información de los compradores potenciales es muy valiosa, ya que se puede comprobar incluso en qué productos podrían estar interesados, para poder llevar a cabo campañas específicas. Es más barato que encargar la distribución de la publicidad a una empresa externa (como Facebook).

Para aquel que quiera publicitarse de una manera eficaz, los datos personales son casi tan valiosos como el oro. No sólo lo saben los vendedores de aspiradoras, sino tambíén los recaudadores de donativos. Esto no es malo per se, porque las organizaciones también pueden utilizar dicha tecnología. Lo que no es serio es que la información se recopile prometiendo algo que no se puede cumplir.

Acción postal de odio a los zoos

La Born Free Foundation accede a ficheros de datos postales:

Veamos en qué consiste esta campaña: El enemigo del zoo escribe un correo con su dirección a la Born Free Foundation. Posteriormente éste recibe una postal de la fundación, que debe reenviar a su cargo. Es de todos sabido que la Born Free Foundation está clasificada dentro de los lobbies anti zoos y su correspondiente postal debería ser considerada algo «serio», lo que para nada es así. Ningún político respetable se toma en serio tal linchamiento.  Por eso no tiene ningún efecto.

La que sale ganando realmente es la Born Free Foundation, que no sólo recibe la dirección de correo electrónico, sino también la de correo postal, y todo a cambio de enviar una postal barata con una foto tan tendenciosa, que incluso resulta desagradable. Sin embargo, para las campañas de recaudación de fondos estos datos son enormemente valiosos, mucho más que la postal, que en la mayoría de los casos acaba aterrizando en la papelera de los destinatarios.

SeaWorld destruida por SMS

La campaña de PETA dirigida a los jóvenes, peta 2, tiene como objetivo los datos para otra campaña: Los números de teléfono. Tiene su lógica: Este grupo objetivo usa tanto los teléfonos móviles o smartphones, que el conjunto de estos datos es de enorme importancia.

¿A quién pertenece esta cantidad de números, a través de los cuales se podría convencer a SeaWorld de que llevase a sus orcas a un «santuario en el mar» que, si se me permite mencionar, no existe? ¿Un responsable de SeaWorld? ¿Un político importante? No, semejante cantidad de números de teléfono pertenece a la mismísima PETA. Se trata de un servicio de mensajes de texto y alertas de PETA. Nadie aporta nada para los animales, simplemente realiza una suscripción para recibir mensajes de PETA. De lo único que se trata es de recibir mensajes de Spam de la organización animalista radical.

La gran vencedora de la campaña es, de nuevo, la organización animalista radical que, como en el caso del ejemplo de Born Free, consigue acceder a los valiosos datos de forma totalmente gratuita.

Animalistas que acceden a los datos

Hay que mirar con lupa a quién estamos entregando nuestros datos personales. Es especialmente importante tener en cuenta para qué van a ser utilizados estos datos que damos de forma gratuita. La mayoría de las veces los consiguen con promesas. En el caso de organizaciones poco serias lo que hacen es formular promesas poco claras, lo que no constituye un delito penal, pero que puede, como en los dos casos anteriores, despertar falsas expectativas.

Hoy en día, enviar un correo electrónico o un mensaje de texto es algo muy sencillo, pero no hay que olvidar a quién se están dando nuestros datos y cuáles serán las consecuencias. Incluso si se anula el enervante Spam, la organización sigue conservando los datos y no se puede comprobar qué hacen con ellos.

En principio, no hay razón para no participar en estas campañas, sólo hay que poner mucha atención en si realmente se logra algo dando nuestros datos. En los dos casos anteriores, no se logra precisamente lo que prometen o aquello que la publicidad sugiere. Estas dos campañas son un ejemplo de cómo los detractores de los zoológicos hacen negocios con los bienintencionados amigos de los animales.

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