Exclusiva para zoos.media – 05.02.2020. Autor: Philipp J. Kroiß
PETA mata animales – y no son pocos. Hace un par de días llegó una actualización sobre el número de muertes en el refugio de PETA en Norfolk. El artículo trata sobre esta maquinaria mortal.
Refugio de PETA: Más de 40.000 animales muertos
La organización radical de derechos animales PETA tiene su propio refugio en EEUU, el cual pertenece a los llamados “kill shelters”. Estos refugios pueden sacrificar animales sin previa indicación médica y según sus propios criterios – por falta de espacio o dinero, por ejemplo. Contrastan con los llamados “no-kill shelters”, similares a los refugios en Alemania, que solo pueden sacrificar animales tras indicación médica. Los kill shelters serían ilegales bajo la Ley de Bienestar Animal alemana, lo cual no es el caso en EEUU. La tasa media de mortalidad en estos refugios está entre un 30% y 60%, con un promedio de 40% – en PETA esto es completamente diferente: aquí la media está entre el 65% y 97%, con un promedio de 83%.
Apenas unos pocos animales dados en adopción
Cabría pensar que una de las organizaciones de derechos animales más ricas del mundo tendría una tasa de adopción altísima. En EEUU PETA tiene a su disposición decenas de millones – un presupuesto del que otros refugios solo pueden soñar. Y aún así, este año, solo un 1,1% de los animales acogidos fueron dados en adopción – muy por debajo de la media de 6,97%. ¿Por qué? Pues bien, PETA no se gasta el dinero en animales, sino principalmente en sí misma – relaciones públicas, gastos de personal y alquiler representan más del 90% de los gastos de PETA en Alemania.
Evidentemente, las campañas difamatorias, contra zoos y acuarios modernos, por ejemplo, son más importantes para PETA que las vidas de los animales. Y sin embargo, no podemos acusar a PETA de no encontrar palabras claras para expresarlo: “No abogamos por un “derecho a la vida” de los animales”, explica la presidenta de PETA, Ingrid Newkirk. Esta cita es poco conocida, pues los medios a menudo presentan a PETA como organización protectora que salva animales – a pesar de sacrificar incluso a los animales “salvados”. Forma parte de la ideología de PETA que los animales están mejor muertos que alimentados. PETA rechaza toda forma de cuidado humano.
En el mundo de PETA, matar animales tiene sentido pues conduce al objetivo de la organización: acabar con el cuidado humano de animales. Según explicaba la fundadora de PETA Ingrid Newkirk en una entrevista con Newsday en 1988, tener mascotas es una situación abismal causada por la manipulación humana. Ese mismo año fue un paso más allá, contandole al Harper’s Magazine que estaría bien si las personas abandonasen completamente el concepto de las mascotas. De ahí que PETA mate también animales sanos y adoptables.
Externalización de matanzas
El gráfico muestra una clara tendencia: PETA externaliza las matanzas. Los animales son trasladados a otros refugios, y es aquí donde, investigando, aparecen las primeras incongruencias. Esto fue lo que hizo el experto Nathan J. Winograd y descubrió, que algunos de los animales que habían supuestamente sido trasladados, no llegaban al refugio de su destinación. Por otro lado, si los animales en efecto llegan al destino, a la mayoría no les espera otra cosa que la muerte, aunque este método permite a PETA declararlos como “transferidos” en lugar de “sacrificados”. Nathan Winograd ilustró este método en Facebook.
Es así como PETA mejora su estadística y resta importancia al asunto. Es asombroso que en público actúen como refugio “no-kill”, cuando a la vez luchan contra gente como el experto Nathan Winograd. A PETA le gusta aprovecharse de la falta de información del público, al cual lo le llegan los pequeños detalles del complejo. En parte incluso trabajan con profesionales de los medios de comunicación para desinformar al público, un ejemplo sería el reportaje del WDR “Los animales buscan un hogar”. Esto muestra el tipo de lobby que tiene la industria de derechos animales.
Esta organización no ofrece ninguna protección para los animales, más bien es un peligro para ellos – y para sus cuidadores. El caso de la chihuahua Maya lo muestra claramente: un perro sano es arrebatado a su familia y matado sin demora. PETA tuvo que pagar una gran multa por esta acción y más tarde alegó que fue un error, error que se repitió en otros animales ese mismo día, por lo que tales representaciones no logran convencer a expertos como Nathan Winograd. Además, una ex-empleada reportó haber sido animada a cometer estos delitos y a falsificar los expedientes en PETA.
Donantes y seguidores mantienen con vida la maquinaria mortal
Los donantes desinformados mantienen con vida la despreciante ideología de PETA. Mientras los zoos y acuarios modernos representan la supervivencia de los animales, habiendo salvado ya varias especies, la organización radical de derechos animales PETA representa la muerte. La muerte de al menos 41.539 animales, cifra que corresponde al período en el que PETA ha estado obligada a informar sobre ellas, aunque las matanzas se han llevado acabo desde mucho antes. La cifra negra también es considerable, según fuentes cercanas a la organización. Según PETA la eutanasia es un final feliz para cualquier animal – y no se nos olvide, que ellos no diferencian entre personas y animales.
Todo esto dejaría de ser posible si PETA no tuviese donantes ni seguidores. Muchos ignoran el hecho de que apoyan las matanzas a través de sus donaciones o apoyo. Por ejemplo, mucha gente apoya la campaña “Adopt, Don’t Shop!”, sin saber lo cínica que es, pues el lema en el refugio de PETA parece ser más bien: “Kill before someone adopts!” Celebridades, pero también no famosos caen en las trampas de PETA y dan su nombre y dinero en apoyo a una organización, que al parecer prefiere matar animales a darlos en adopción.
Quienes apoyan a la organización, de la manera que sea, se hacen cómplices de las matanzas de animales, que quizás hoy llevarían una vida feliz, si no hubiesen caído en las manos de PETA. ¿Cuántos animales más tienen que morir para que los donantes, seguidores y los estados, que con beneficios fiscales ayudan a financiar a PETA, asuman los hechos y se den cuenta, que este refugio de la muerte no merece la pena ser apoyado? Por el bien de los animales esperamos que no sean muchos más. En los últimos 20 años, desde un punto de vista estadístico, cada cuatro horas moría un animal a manos de PETA. El tiempo corre.