Exclusiva para zoos.media – 22.12.2022. Autor: Philipp J. Kroiss, Traductor: Denis Gautheret
Los perros desnudos son una de las razas caninas más antiguas que existen en la actualidad. El reproche de “cría de tortura” surge regularmente en el debate de algunos defensores de su extinción. Esto es fundamentalmente erróneo.
Se sospecha falsamente de perros ancestrales y raros
Perro y lobo: un antepasado común
El perro doméstico es la especie domesticada de la familia biológica de los perros (canidae, cánidos), mientras que el lobo es un animal salvaje. Por tanto, los perros no son lobos domesticados y los lobos no son perros salvajes. Desde un punto de vista puramente físico, los lobos y la inmensa mayoría de las razas caninas no tienen prácticamente nada en común. El perro doméstico y el lobo son muy diferentes: existen entre ellos diferencias etológicas y socioecológicas, pero también fisiológicas, fenotípicas y genéticas. Sin embargo, los perros domésticos y los lobos forman una exitosa comunidad de reproducción natural, con libre elección de cónyuge, y por tanto producen descendencia fértil.
La afirmación de que el perro desciende del lobo suele malinterpretarse e interpretarse como si nuestro perro doméstico actual derivara del lobo actual a través de la domesticación. Los estudios genéticos sugieren que el lobo moderno y los antepasados del perro actual pueden haber descendido de un antepasado común del lobo, ya extinguido, hace unos 30.000 años. Para que quede claro: el perro no desciende más directamente del lobo que el hombre del chimpancé. También nosotros, los humanos y otros grandes simios, compartimos sin duda un antepasado común, sin buscar la respuesta a todas las preguntas existenciales en los primates del zoo más cercano.
Representaciones históricas de los perros prehistóricos: del pasado al presente
Actualmente, se cree que la raza canina más antigua es el Basenji, que tiene sus raíces en Egipto. Se cree que la raza tiene al menos 8.000 años de antigüedad, según las pinturas murales de las cuevas. Se trata de una forma de conservación histórica muy original y difícil de interpretar.
Si buscamos perros primitivos en el continente americano, llegamos a los llamados perros desnudos. Aquí, su representación más antigua es la figura de arcilla de un Xoloitzcuintle (pronunciado: Scholo-itz-kuint-li), también conocido como perro desnudo mexicano. Esta figura de arcilla está datada en torno al 1.700 a.C. Tiene, por tanto, más de 3.700 años de antigüedad. Hasta el día de hoy, esta raza se ha mantenido casi sin cambios fenotípicos, es decir, visuales. Lo mismo ocurre con el Perro sin pelo del Perú.
La tercera raza actualmente viva y reconocida por la Fédération Cynologique Internationale (FCI) es el Perro Crestado Chino. Su origen aún no se conoce con certeza. Los perros desnudos fueron observados por los grandes naturalistas Carl von Linnaeus, Alexander von Humboldt y Charles Darwin durante sus viajes de exploración. Carl von Linnaeus describió estos perros en 1758 en su libro “Systema naturae”, mientras que Alexander von Humboldt informó en sus “Ansichten der Natur” en 1807 “del gran número de perros negros sin pelo en Quito y Perú”.
Perros desnudos – con o sin pelo
Cuando pensamos en perros desnudos, a menudo olvidamos que existen dos variedades: el perro desnudo sin pelo y el perro desnudo con pelo. Esto suena contradictorio, pero es la realidad. Incluso pueden encontrarse juntos en la misma camada. Es importante saber que ningún perro sin pelo es completamente lampiño, ni siquiera los perros sin pelo. Las vibrisas, o bigotes, que son pelos importantes y funcionales en la cabeza, están en principio presentes en todos los perros llamados desnudos.
El pelo también se encuentra regularmente en la parte superior de la cabeza, en la cola y en la zona de los pies. Los perros desnudos sin pelo también tienen esto en común con nosotros, los humanos: la piel sin pelo se oscurece en verano y se aclara en invierno. La falta de pelo se debe a una mutación genética aleatoria que se produjo espontáneamente hace ya 3.700 años. Se trata de la mutación del llamado gen FOXI-3, abreviatura de Forkead Box I3. Este gen también está presente en otros mamíferos.
Perros desnudos sin pelo con dentición especial
El gen FOXI-3 también interviene en el desarrollo de los dientes. Su mutación hace que los perros sin pelo carezcan de ciertos dientes. Estos pueden ser incisivos, caninos y/o premolares, pero nunca molares. Sin embargo, no existe ningún modelo que permita determinar concretamente cuáles y cuántos están presentes en cada caso. Esqueletos de perros característicos descubiertos a partir del 800 d.C. – Esto significa que hace más de 1.200 años, por ejemplo, no había molares.
Según el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, es muy posible que este gen también desempeñara un papel en los cambios evolutivos de la morfología dental humana. Esta característica dental no es un problema para estos perros, que han vivido durante más de tres milenios con menos dientes que otros perros domésticos. Al igual que otros perros domésticos, tienen una realidad vital muy distinta a la del lobo. Los perros domésticos, que reciben su alimento de los humanos, ya no necesitan ciertos dientes que son vitales para el lobo.
Si la particularidad de la dentición descrita fuera un problema para el perro desnudo, seguramente ya habría desaparecido o andaría por ahí aullando y demacrado. Es bien sabido que no es así. Comen tan bien y tan a gusto como los demás perros. Sin embargo, los “defensores” de los derechos de los animales e incluso algunos veterinarios oficiales culpan a los perros de sufrir a causa de esta característica de la dentición. Quienes conocen a los perros desnudos también saben por experiencia que esto no es cierto.
Acusaciones: absurdas e indefendibles
Obviamente, su particular dentición ha bastado a los perros desnudos sin pelo durante miles de años. También viven sin pelaje grueso sin ningún problema. Quienes se oponen a los perros sin pelo no se limitan a afirmar la ausencia de dientes y pelaje sin pruebas. Insinúan que los animales sufren por esta situación. También afirman arbitrariamente que estos perros no son capaces de termorregularse, que tienen un sistema inmunitario supuestamente deficiente y que la reabsorción embrionaria que se produce constituye una violación de la Ley de Bienestar Animal.
La doctora veterinaria Alexandra Doernath es experta en el campo de los llamados perros desnudos. Señala: “Decir que los ‘perros desnudos sin pelo’ no pueden termorregularse es un completo disparate. Un animal estaría muerto si no pudiera termorregularse. Una diferencia de sólo 2 °C tiene una gran influencia en los procesos bioquímicos del organismo, sobre todo en los endotermos. Por lo tanto, los “perros desnudos”, con o sin pelo, también pueden termorregularse.
¿Factor letal?
Doernath continúa: “Los ‘perros desnudos’ alcanzan regularmente una edad avanzada. Si tuvieran un defecto del sistema inmunitario, no sería así. En ese caso, los animales no podrían jugar al aire libre o cavar en la tierra sin enfermar, y mucho menos vivir tanto tiempo con buena salud. El hecho de que los perros desnudos tengan un sistema inmunitario alterado no es más que una afirmación sin base científica. Es cierto, según Doernath, que existe un factor letal en las tres razas Xoloitzcuintle, Perro sin pelo del Perú y Chinese Crested Dog. Si el gen FOXI3 del embrión de perro porta los alelos H/H, es decir, dos alelos para la ausencia de pelo, el embrión en cuestión se reabsorbería.
El genotipo H/H sería incompatible con la vida. Sin embargo, la reabsorción de los fetos en las perras desnudas portadoras del gen H/H se produce en una fase temprana de la gestación, señala el veterinario. La muerte embrionaria de los fetos, es decir, la reabsorción embrionaria, no constituye una infracción de la ley alemana de protección de los animales. Doernath señala que esto también se menciona en el dictamen pericial sobre la interpretación del artículo 11b de la Ley de Protección de los Animales, publicado en 2002 por el Ministerio Federal de Protección de los Consumidores, Alimentación y Agricultura (BMVEL). Además, se afirma que un cierto grado de reabsorción fetal es fisiológico en los perros.
Perros desnudos como razas y testigos culturales
El conocimiento y la necesidad hacen probable que existiera una cría consciente de perros de raza pura en los Andes en la época precolombina. Entre la conquista española de Perú en el siglo XVI y el redescubrimiento del Perro sin pelo del Perú y el Xoloitzcuintle en sus regiones nativas y su respeto como perros nacionales en el siglo XX, hubo siglos oscuros de desprecio y desdén por las razas. En México, la artista Frida Kahlo desempeñó un papel importante al popularizar de nuevo el perro desnudo, que casi había desaparecido. La cría moderna se hizo entonces seleccionando líneas para las tres razas sin pelo reconocidas por la FCI.
Como todas las razas culturales, también llamadas domésticas o ganaderas, los perros sin pelo se criaban con un fin determinado: como una especie de bolsa de agua caliente, por ejemplo para calentar a niños y ancianos por la noche, pero también para proporcionar calor específico a las rodillas reumáticas. Además, también tenían una misión religiosa, a saber, acompañar a los difuntos al reino de los muertos -los perros seguían vivos al principio-. También servían de alimento a los hombres. Pero hoy, como muchas de estas razas culturales, son simplemente animales de compañía queridos y protegidos por personas apasionadas por estas razas caninas concretas y que, idealmente, desean preservarlas mediante la cría.
Conservación del patrimonio cultural
Esta pasión permite echar un vistazo a la historia de la cría de perros. Esto hace que la conservación de esta raza sea muy interesante y merezca la pena apoyarla. Muchos propietarios de animales se dedican con razón al cuidado de antiguas razas cultivadas, tanto a nivel privado como profesional. Estas razas están en peligro porque a menudo ya no son demandadas por su utilidad – el ejemplo clásico son las razas de doble propósito de la agricultura.
Los perros desnudos tienen mucha suerte de no estar aún en peligro de extinción, aunque sean raros, porque varias personas, sin ser, por ejemplo, aztecas con articulaciones reumáticas sin bolsa de agua caliente, sienten pasión por ellos. Sin embargo, están en peligro: las razas Xoloitzcuintle, Perro sin pelo del Perú y Chinese Crested Dog están efectivamente amenazadas por el populismo que resuena contra estos perros primitivos. Se afirma que estas razas milenarias son razas de “tortura”. Atribuirles tal calificativo es una tesis muy singular, teniendo en cuenta la antigüedad de la raza y el comportamiento canino típico de los individuos altamente inteligentes que la componen.
¿Milenios de cría “torturada”?
La cría en el sentido de la Ley de Protección de los Animales es el tratamiento zootécnico de las razas animales. La selección selectiva y el apareamiento de animales deben conducir al desarrollo ulterior de la cría. Esto se hace de acuerdo con los respectivos objetivos de cría, por ejemplo, en la cría de perros, los llamados estándares de raza de la FCI. El término “cría bajo tortura” está actualmente en boca de todos. Sin embargo, no aparece en la Ley de Protección de los Animales. Según el profesor Hansjoachim Hackbarth, veterinario especializado, este término tampoco debería utilizarse, ya que implica que el criador es intencionadamente cruel con los animales. Además, “cría de tortura” es un término no objetivo, no científico, estigmatizante, prejuicioso y negativo en el lenguaje cotidiano, que puede inducir a error al lector o al oyente.
En efecto, este término podría proceder directamente de la prensa sensacionalista y, por lo tanto, no tiene cabida en un contexto objetivo, ya que es valorativo, condenatorio y precisamente no neutro. En este sentido, el subtítulo, según Hackbarth, del dictamen pericial publicado por el BMVEL en julio de 2002, titulado “Qualzuchtgutachtens”, sobre la interpretación del artículo 11b de la Ley de Bienestar Animal, está muy mal elegido y conduce a la polarización. Es interesante observar que ningún experto en perros formó parte del grupo que redactó este peritaje para el BMVEL.
La Dra. Alexandra Doernath, veterinaria y experta en perros, recomienda: “En lugar de hablar de “granjas de tortura”, deberíamos hablar de “animales del párrafo 11b”. Doernath se refiere al párrafo 11b de la Ley de Protección Animal alemana. “El término ‘animales del párrafo 11b’ es neutro, objetivo y descriptivo. Pero los ‘perros desnudos’ definitivamente no son animales cubiertos por el párrafo 11b. Ni la falta de pelaje ni la peculiaridad de sus dientes les causa dolor, sufrimiento o daño. Por tanto, no deberían estigmatizarse como “cría de tortura”.
Perros desnudos: perros primitivos sin deficiencias
Si se observan perros desnudos sanos comiendo o incluso comunicándose dentro de la especie, no tienen restricciones – Doernath lo sabe. El veterinario ha observado el comportamiento de muchos perros desnudos y ha realizado exámenes clínicos. El veterinario, con formación científica, asesora al Club de Perros de Razas Exóticas (en Alemania) y, por tanto, tiene una visión completa de la salud actual de los llamados perros desnudos, que están organizados dentro del Club: “Los perros desnudos” -con o sin pelo- no muestran en principio ningún déficit en su comportamiento, movimientos y funciones anatómicas y fisiológicas”, explica Doernath.
“La ausencia de pelo y las peculiaridades de la dentición no constituyen una desventaja para las variedades sin pelo de los perros desnudos. La alimentación, y por tanto la ingesta de alimentos, la compenetración, el juego social y solitario, la comunicación intraespecífica y la termorregulación no suponen ningún problema. Los que hablan de “criar perros desnudos bajo tortura” no saben de lo que hablan. La cría del Xoloitzcuintle, el Perro sin pelo del Perú y el Perro Crestado Chino no es en modo alguno una cría en el sentido del § 11b de la Ley de Protección Animal alemana o del § 10 de la Ordenanza de Protección Animal alemana”, subraya el veterinario Doernath.
Ni rastro de cría bajo sufrimiento
Por tanto, no es posible certificar que los perros sin pelo se críen en condiciones de sufrimiento. “Lamentablemente, el informe BMVEL de 2002 hace referencia a bibliografía obsoleta en el momento de su redacción, así como a referencias que no son relevantes para los perros sin pelo”, señala Doernath. Uno de los parámetros más sensibles para evaluar el dolor y el sufrimiento es la observación del comportamiento específico de cada especie.
“En principio, los individuos de las razas Xoloitzcuintle, Perro sin pelo del Perú y Chinese Crested Dog muestran un comportamiento específico de especie típico de los perros domésticos. Esto se aplica en particular al comportamiento social intraespecífico, tanto dentro de su raza (sin distinción entre individuos sin pelo y con pelo) como con representantes de otras razas. La comunicación intraespecífica es específica de la especie y típica de los perros domésticos. En los “perros desnudos” que he estudiado y observado, no he visto ningún signo de sufrimiento, daño o dolor”, explica Doernath.
Así que el perro desnudo no sufre. Como son originarios de regiones cálidas, hay que tomar las precauciones necesarias para mantenerlos en nuestras latitudes. Esto incluye protegerlo de las quemaduras solares y la hipotermia. Esto puede hacerse con ropa para perros, que también necesitan otras razas, como los galgos. “La falta de pelo de los perros tiene probablemente una ventaja evolutiva en su área de distribución natural”, dice Doernath, que también aprecia a estos perros por su carácter. A menudo señala que los perros sin pelo no son perros de moda, sino precisamente perros primitivos. No son necesariamente adecuados para dueños de perros inexpertos.
Los perros no se discriminan entre sí
Por eso el término populista “cría de tortura” es una sospecha fundamentalmente errónea para estos perros ancestrales. Al contrario, estos animales han sido felices con los humanos y entre sí durante al menos tres milenios. De lo contrario, sería imposible mantener vivas estas razas durante tanto tiempo. Los perros no discriminan por su pelaje, dientes u otras características.
Es de esperar que ciertos grupos de interés entren en razón y dejen de discriminar a estos perros originales y a sus dueños. Por supuesto, la sospecha de que ciertas razas de perros se crían para sufrir y, por tanto, se impide su reproducción, sirve a los propósitos antirraza de la industria de los “derechos de los animales”. Pero eso no hace en absoluto defendible esta extravagante afirmación para expertos serios como la Dra. Alexandra Doernath.
“Esperemos que estos perros ancestrales tan especiales y fascinantes se conserven para nosotros. Los he visto en México y en otros lugares de su región natal, tanto en manos de humanos como enforma de perros callejeros. Los peruanos y los mexicanos en particular aman y veneran a sus “perros desnudos”. ¿Cómo pueden permitirse los defensores de los derechos de los animales, pero también algunos veterinarios oficiales, calificar este patrimonio cultural de “cría de tortura”? En Latinoamérica se ríen de los que quieren prohibir estos perros, ‘los alemanes'”, explica Doernath. Los perros van muy por delante de los humanos: no discriminan entre miembros de su propia especie por su pelaje y sus dientes. Los humanos tenemos mucho que aprender de los perros”, concluye el veterinario de animales exóticos Doernath con un guiño.
