Exclusivamente para zoos.media – 22.02.2022. Autor: Philipp J. Kroiß
En 2021, más de 1.500 animales murieron en el refugio de PETA – es un total de más de 43.000 perros, gatos y otros animales desde que comenzaron los registros.
Refugio de animales de PETA 2021: Aumenta significativamente la tasa de mortalidad
Se ha registrado un aumento del 5% en la tasa de mortalidad en el refugio para animales de PETA en Norfolk, Virginia: del 66,2% en el año 2020 a un 71,1% en 2021. Desde mediados de 1998, cuando comenzó a haber cifras oficiales de la autoridad competente, la tasa de mortalidad se sitúa en torno al 83%. Esto es desastroso conociendo las cifras de otros refugios. Sobre ellas informa el experto Nathan J. Winograd, que lleva años luchando contra la matanza innecesaria de animales en los refugios de EEUU.
Eutanasiar & matar: la sutil diferencia
Desde hace años, PETA defiende las matanzas con la misma excusa: que ofrecen un servicio gratuito de eutanasia. No obstante, la organización de derechos animales no es la única del estado en ofrecer este servicio. El Fairfax County Animal Shelter también lo ofrece. En 2014, dicho refugio contó con una tasa de mortalidad del 15% – en comparación, la tasa de mortalidad de PETA en el mismo año fue de alrededor del 88%. Alrededor de 40% se considera normal. Las iniciativas no-kill incluso logran alcanzar una tasa de colocación del 99%. La tasa de colocación de PETA en 2021 fue de poco más del 1% – esto es vergonzoso considerando los ingresos millonarios de la organización. Pero, ¿cómo es posible que otros refugios tengan tasas medianas o incluso buenas y PETA tan excepcionalmente malas?
PETA tiene definiciones fundamentalmente equivocadas: cada vez que matan a un animal, lo llaman eutanasia. Forma parte de la excusa, aunque suena completamente inverosímil considerando las otras cifras. Un refugio no-kill, por ejemplo, también eutanasia – es decir, que libera a un animal de su sufrimiento intratable – pero no mata. Significa: en los refugios no-kill, los animales sanos pueden vivir, mientras que en los “kill-shelters”, como PETA, se les puede matar. PETA se niega a unirse a la iniciativa no-kill e incluso emprende pequeñas guerras contra personas como Nathan Winograd. Partiendo de su excusa, no debería ser ningún problema unirse a la iniciativa, pero evidentemente lo es, lo cual demuestra que las declaraciones no son más que palabras vacías.
En realidad, PETA sencillamente quiere matar – lo cual tiene bastante sentido considerando que la organización quiere acabar con todo tipo de tenencia de animales. Lo que ocurre es que no es muy popular exigir algo así y, por lo tanto, PETA prefiere ocultarlo en la medida de lo posible. Sin embargo, las cifras de muertes lo reflejan claramente – al igual que la tasa de colocación. Con un presupuesto del que otros refugios en EEUU no se atreven ni a soñar, PETA se las arregla para brindar cifras desastrosas año tras año.
Una mirada más atenta a los números
¿Cómo han evolucionado las cifras absolutas más allá de las tasas correspondientes? Como cada año, existe una visualización de ello. Mientras que el número de animales sacrificados se mantuvo prácticamente igual, el número de acojidas (azul claro) y – de forma casi analógica – el número de transferencias a otros refugios no pertenecientes a la iniciativa no-kill (naranja) disminuyó. Durante muchos años, PETA prácticamente externalizó las matanzas. De esta manera, consiguió reducir las tasas de mortalidad habituales del 80-90% a menos del 70% incluso. Actualmente, parecen preferir no hacerlo.
Acoger menos animales en un año como 2021 es ciertamente notable considerando el auge en la adquisición de mascotas en EEUU y en todo el mundo. Tras el auge, muchos de los animales acaban en refugios – también es el caso en Alemania. La situación se agrava en todas partes, solo PETA parece no verse afectada. Asimismo y a pesar de contar con un presupuesto millonario, la organización no parece haber logrado utilizar esta demanda para colocar a más animales. Parece que PETA ha fracasado ante los desafíos de la época.
Desde 2006 – y, por lo tanto, desde hace 15 años – que la tasa de adopción es catastrófica y no hay otro valor en el gráfico que se haya mantenido tan estable. Quizás la organización radical de derechos animales debería dejar de abrumar a los zoológicos, acuarios, parques de animales, safari parks, museos, circos y demás propietarios de animales con campañas difamatorias basadas en mentiras y, en lugar, resolver esta situación tan espantosa. El pasado año, PETA logró colocar a 27 animales, ni más ni menos. Esto ni siquiera son tres al mes. A la vez, cada mes, morían más 140 animales a manos de un empleado de PETA.
PETA mata a un animal cada cinco horas
Cada día, mueren un promedio de 4,7 animales en las instalaciones de PETA. Si dividimos las 24 horas del día entre esta cifra, averiguaremos que cada cinco horas tiene que morir un animal en el refugio de PETA. Es una tasa muy elevada para un refugio, y se puede observar en los últimos años. Desde hace varios años que informamos sobre esta práctica mortal y despectiva – aquí en la página web y también en nuestro canal de YouTube.
2016 | 2017 | 2018 | 2019 | 2020
La historia de Maya es especialmente sintomática de esta práctica: la pequeña chihuahua fue raptada de su familia y el animal, que estaba sano, sacrificado sin más. PETA tuvo que pagar una elevada suma de cinco cifras a la familia y una cantidad menor a un refugio de animales local. La chihuahua Maya comparte el destino de muchas otras mascotas – investigaciones oficiales revelaron que más del 80% de los animales que llegan al refugio de PETA es sacrificado en las primeras 24 horas.
Esta es la verdadera cara de PETA y cada celebridad que presta su cara a la organización radical ayuda a encubrir estas matanzas y a vender las mentiras de la organización a los amantes de los animales, que hacen donaciones de buena fe creyendo que sus euros y dólares se destinarán al bienestar y la protección animal. La realidad es bien distinta.
Es muy importante que la realidad y la verdad sigan saliendo a la luz para poner fin a las prácticas de la organización a largo plazo y así acabar con las matanzas innecesarias.
